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¿Cuándo hay que ir al podólogo?

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¿Cuándo hay que ir al podólogo?

Los pies son la base de nuestro cuerpo. En ellos nos apoyamos, los usamos para caminar, para correr, para estar de pie, para conducir, para prácticamente cualquier actividad física.

Pero… ¿Sabéis quién es especialista encargado de velar por la salud de tus pies?

La sociedad tiene bastante asimilada la necesidad de acudir a revisiones médicas con cierta frecuencia con el objetivo de mantener su buena salud y prevenir posibles problemas o enfermedades futuras pero el podólogo es una de las profesiones más desconocidas a nivel de la salud y los pies suelen ser los grandes olvidados del cuerpo.

La podología no es una ciencia que se reduce a tratar callos. Diversos ámbitos de la vida cotidiana influyen en la anatomía y fisiología del pie, y es allí donde el podólogo puede ejercer su conocimiento. Según la legislación, la Podología es la rama de las ciencias de la salud que se encarga del estudio, diagnóstico y tratamiento de las patologías, enfermedades y alteraciones que afectan al pie. En nuestro país y según el artículo 7.2.d) de la Ley 44/2003, de 21 de noviembre de Ordenación.

El podólogo es el profesional sanitario universitario con los conocimientos, habilidades y aptitudes para realizar las actividades dirigidas a la “prevención, al diagnóstico y tratamiento de las afecciones y deformidades de los pies”, mediante procedimientos terapéuticos podológicos como uñas encarnadas, estudio de la pisada y de la carrera, adaptación de plantillas, quiropodia ( callos durezas, verrugas plantares), ciruga del pie etc.

Cuando tenemos algún problema en los pies, muchas acciones cotidianas pueden verse afectadas. Por este motivo es muy importante cuidar la salud de nuestros pies.

¿Acudes al podólogo solo cuando tienes problemas en los pies?

Si la respuesta es sí, a continuación, te explicaremos la importancia de acudir a tu podólogo por lo menos una vez al año, aunque no existan molestias o alteraciones, simplemente por prevención de la salud de tus pies.

El pie está formado 26 huesos y más de 100 músculos, tendones y ligamentos. Gracias a los pies, nos permiten dar entre 8.000 y 10.000 pasos al día soportando todo el peso del cuerpo y permite desplazarnos. Por supuesto que no andamos descalzos y siempre llevamos el pie protegido, ello se consigue, en parte a el calzado. Esta la prenda de vestir nos acompaña a lo largo de toda la vida, desde que empezamos a andar casi con un año hasta el final de nuestra vida. Por todo ello, conocer que timpo de calzado es el más adecuado en cada fase de crecimiento o que calzado es el más adecuado para determinadas prácticas deportivas se hace de vital importancia para evitar lesiones en los pies.

Acudir a tu podólogo de confianza, permite asesorarte sobre que calzado es al más adecuado en cada momento y situación. Utilizarlos de manera inadecuada puede ser perjudicial para la salud de nuestros pies.

No existe una edad obligatoria a partir de la cual se deba visitar al podólogo. En nuestra Clínica del pie, los podólogos recomendamos asistir a la primera revisión podal a partir de los dos años de edad. Durante esta etapa de vida pueden surgir diversas anomalías o patologías. Si estas son diagnosticadas y tratadas a tiempo se evitarán problemas mayores en el futuro. De igual modo, durante la etapa adulta es imprescindible continuar visitando al podólogo. Los pies merecen ser cuidados diariamente y con una atención podológica periódica.

Otro motivo importante por el que acudir tu podólogo es si eres diabético, sin importar la edad, debes acudir al podólogo cuando sea necesario para revisiones o tratamientos puntuales y de manera periódica. Además, las personas diabéticas deben tener un control diario de sus pies.

También existe la posibilidad de solicitar la realización un estudio de la pisada El podólogo determina cómo es la base de nuestro pie, dónde apoya de más y determina cómo podría lesionarse si no se modifica la pisada.

Acudir al podólogo no solo es cuestión de estética, porque unos pies sanos influyen en tu salud y tu bienestar. Cuanto antes comiences a tratar la salud de tus pies, antes empezarás a disfrutar de cada paso y a prevenir futuras alteraciones.