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En esta nueva entrada hablaremos sobre una de las lesiones dermatológicas más frecuentes en los pies y que todos alguna vez hemos sufrido, las ampollas o rozaduras en la piel los pies. Esta incómoda lesión puede impedirnos disfrutar de actividades cotidianas como paseos o salir a correr. Para evitar que las ampollas o rozaduras en la piel de los pies aparezcan. A continuación, te contamos todo sobre hacer frente ante estas lesiones.

Una ampolla es una pequeña bolsa de líquido. la fricción de la piel contra el calzado, sobre todo cuando hacemos largas caminatas, cuando corremos largas distancias o cuando estrenamos calzado. Si tienes una ampolla en los pies, es posible que se te dificulte caminar o hacer ejercicio. Para su prevención, te damos algunos consejos para evitar así su aparición:

Hidratación: Mantener la piel de los pies bien hidratada es fundamental para evitar rozaduras, incluso en ocasiones, si estrenamos calzado o vamos a realizar una larga distancia ya sea corriendo o andando, aconsejable emplear vaselina o lubricantes en los pies para evitar el roce de la piel con el calzado y poder así prevenir la aparición de ampollas. De esta manera podremos terminar nuestro entrenamiento o competición de larga distancia sin lesiones en la piel de nuestros pies. Incluso si realizamos un largo trayecto andando como puede ser el Camino de Santiago, es recomendable cada 2 o 3 horas, para para revisar los pies y aplicar de nuevo vaselina o lubricantes anti-rozaduras.

Los calcetines son los grandes aliados a la hora de correr. En la actualidad, existen en el mercado calcetines confeccionados con materiales técnicos y sin costuras que ayudan a evitar el roce y la aparición de ampollas o rozaduras.

El calzado es el elemento más importante y que más influye en la aparición de ampollas en los pies. El calzado lo debemos comprarlo, en la medida de lo posible, a última hora del día, cuando los pies están más dilatados. Por otro lado, no es aconsejable estrenar un calzado para ir a andar o practicar deporte. Todo calzado nuevo, debemos hacerle un “rodaje” para que nos adaptemos perfectamente y que a la hora de correr no provoque rozaduras.

A veces, por mucho que intentemos prevenir la aparición de ampollas, acabamos sufriéndolas. ¿Qué debo hacer? Lo primero que debemos hacer es drenar la ampolla, en otras palabras… vaciar la ampolla y secar bien la zona para favorecer que cure lo antes posible y el propio cuerpo regenere la piel dañada.

No obstante, si la ampolla durante la actividad física se reventa o explota, esto, además de provocar un gran dolor, aumenta el riesgo de infección. Si la ampolla se abre hay que hacer una cura y evitar que la zona se infecte. Por ello, para poder seguir disfrutado del deporte y que una ampolla no te pare, preferiblemente, esta cura la debe hacer un profesional sanitario.