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El Camino de Santiago es una de las muchas actividades al aire libre que…especialmente en primavera y verano. El Camino de Santiago es sin duda, la ruta más más concurrida. La gran mayoría de los peregrinos se deciden a realizar el camino movidos por devoción al Apóstol Santiago, pero también por una espiritualidad que se manifiesta en la necesidad de saber más de uno mismo.

Y en este caminar, los pies son grandes protagonistas, por lo que debemos cuidarlos con mucho mimo. No solo durante el Camino de Santiago sino también antes de iniciarse en él. Es por ello que a continuación os aconsejaremos sobre el cuidado de los pies antes y durante el Camino de Santiago.

Antes de realizar el Camino de Santiago, el podólogo recomienda:

Entrenar previamente en función de las etapas programadas para ir acostumbrando los pies a las caminatas de entre 20 y 30 km al día.

Cortar las uñas ajustándose a la forma de las mismas y no dejar picos. En principio, ese exceso de uña, en el día a día, no molesta ni provoca lesiones en la piel de los pies ni en las uñas ya que las distancias que solemos andar en un día normal, no son suficientes para provocar lesiones. Pero cuando nuestros pies no están acostumbrados a tantos kilómetros durante el Camino de Santiago pueden subir rozaduras y lesiones en las uñas. Es por ello, que el corte de las uñas debe ajustarse para evitar que rocen con la piel y provoquen heridas en los dedos adyacentes o ampollas.

Normalmente se suele recomendar utilizar botas de trekking o de montaña, que sujeten bien el tobillo y nos protejan de los cambios meteorológicos. Pero si elegimos realizar el camino en primavera o verano, no haría falta usar las botas de montaña. Cualquier zapatilla deportiva o de trail sería suficiente ya que son más ligeras y hoy en día tienen una buena sujeción de tobillo previniendo lesiones.

Utilizar calzado que ya hayamos usado anteriormente, nunca estrenar calzado nuevo y a estrenar durante el Camino de Santiago.

Durante el Camino de Santiago, el podólogo recomienda:

Antes de iniciar cada etapa, se recomienda hidratar los pies con crema o con vaselina, de esta manera evitaremos roces, heridas o ampollas como consecuencia de la fricción entre el pie y el calcetín/calzado que ocurre al andar durante tantos kilómetros.

Tras finalizar cada día, es importante lavar y revisar bien los pies para poder detectar posibles alteraciones.

Según los kilómetros de cada etapa prevista, se recomienda hacer descansos cada cierto tiempo para descansar nuestros pies, así como utilizar 5 min para revisar nuestros pies en busca de lesiones o zonas enrojecidas que nos permite detectar futuras zonas de lesiones. También utilizaremos el descanso para volver a hidratar nuestros pies.

En caso de encontrar heridas, en el siguiente enlace os enseñamos como curar las ampollas, que son de las lesiones del pie más frecuente cuando realizamos el Camino de Santiago. /ampollas-pies-prevencion-curar-infeccion

Por eso, se aconseja seguir algunos cuidados y visitar tu podólogo antes de realizar el camino, para prevenir lesiones y nos pueda aconsejar sobre el cuidado de nuestros.