La fascitis plantar o mejor mejor dicho fasciopatía plantar, se diagnostica principalmente en función del historial del paciente y examen físico. Se dice que aproximadamente el 10% de las personas desarrollarán fascitis plantar en algún momento de su vida. Los avances técnicos y los transductores de alta frecuencia han hecho que la tecnología de ecografía sea más deseable que otras herramientas, ya que las mediciones del grosor de la fascia plantar con ecografía tienen un alto grado de confianza.
La ecografía es de bajo costo, fácil de conseguir, muy preciso y tiene una alta aceptación por parte de los pacientes debido a su naturaleza no invasiva. Como prueba diagnóstica para la fasciopatía plantar según Purnima Aggarwal et.al. 2020, arrojó una sensibilidad del 96%, una especificidad del 100% y una precisión del 98%.
Pacientes que presentan dolor en el talón, pueden ser diagnosticados y tratados de manera más eficaz mediante ecografía. Aunque no determina la causa del dolor.