¿Qué es la fascitis plantar?
La fascia plantar anatómicamente no es una fascia en sí, sino que más bien es una aponeurosis plantar/tendinosa compuesta por fibras blancas organizadas longitudinalmente. Es muy poco elástica, sólo permite un 4% de elongación. La aponeurosis plantar, junto con la musculatura intrínseca, estabiliza el puente del pie y proporciona estabilidad dinámica y control motor al pie. Otros autores añaden que la fascia actúa como un almacenador de energía del pie ante las fuerzas de la fase de despegue de la marcha (puede conservar y trasmitir energía elástica, haciendo más eficiente la pisada) convirtiendo la energía potencial acumulada previamente en energía cinética para ayudar a la aceleración.
El término de fascitis hace referencia a un proceso inflamatorio de la fascia, pero en los últimos años encontramos muchos estudios histopatológicos los cuales han demostrado que hay cambios degenerativos, pero con apenas presencia de células inflamatorias. Esto parece demostrar que el origen de la patología es un proceso degenerativo en lugar de inflamatorio, por lo que para referirnos a la patología de fascitis plantar la literatura reciente propone que tendríamos que hablar de fasciopatía plantar.
La fasciopatía plantar entra en el grupo de las patologías denominadas talalgias, que junto al espolón calcáneo presentan el 46% de los casos de talalgias. El 80% de los pacientes con dolor en la planta del pie padecen fasciopatía plantar. Es una de las patologías musculoesqueléticas más comunes del pie, de las 5 patologías más frecuentes de tobillo y pie (fasciopatía Plantar, espolón calcáneo, disminución de la grasa plantar, atrapamiento nervioso y miositis del abductor) es la más diagnosticada, ocupando un 10% de todas las patologías diagnosticadas del miembro inferior. Se trata de un trastorno auto-limitado, en el 80-90% de los casos desaparece a los 10-12 meses posteriores. Estudios nos muestran como el 51.5% de los pacientes tiene una evolución menor a 6 meses, el 42.3% entre los 6 y 18 meses y el 6.2% mayor a 24 meses, en otros estudios varía entre los 6 y 18 meses.
Aun teniendo una etiología muy variada en el 85% de los pacientes la causa es desconocida. Por lo que nos encontramos con una patología multifactorial, debida a factores intrínsecos (anatómicos y biológicos) y/o extrínsecos o funcionales, aunque se cree que la causa más común es la mecánica o mala pisada.
El predominio de sexo varía en los estudios, pero por lo general se presenta con una prevalencia del 10% en mujeres de 40-60 años, a pesar de que no está asociado al género. El pico de incidencia en la población general se da entre los 40 y 60 años, el 7% se presenta en pacientes mayores de 65 años.
En entradas posteriores al blog, hablaremos de los distintos tratamientos conservadores para la fascitis plantar o fasciopatía plantar. Si usted cree que tiene síntomas relacionados con la fascitis plantar, no dude en ponerse en contacto con su podólogo de confianza.