Tratamientos conservadores para la fascitis plantar
Los tratamientos para la Fascitis Plantar son muchos y variados. Sólo un 1% requiere cirugía, el resto evoluciona bien con el tratamiento conservador. Dentro de los tratados de manera conservadora un 80% describe una resolución completa del dolor a los 4 años de seguimiento, aunque cuanto antes se diagnostique y se inicie el tratamiento, habrá una mayor probabilidad de éxito.
Aunque hay muchas modalidades de tratamiento para la Fascitis Plantar, hay poco consenso sobre su enfoque clínico. Hasta la fecha, no hay un tratamiento único con un alto nivel de evidencia científica, esto puede deberse a que la mayoría de las terapias se usan en combinación por lo que resulta más difícil aislar la eficacia de las técnicas empleadas. Una revisión sistemática identificó 26 técnicas de tratamiento conservador recomendadas para la fascitis plantar. En general los tratamientos que se utilizan no tienen una evidencia significativa en el beneficio de ellos, pero todos suelen mejorar algo la sintomatología del paciente.
En una revisión sistemática de 2014 sobre las distintas técnicas se llegó a la conclusión de que los estiramientos es una de las técnicas más utilizadas en el tratamiento de la Fascitis Plantar. La mayoría de los artículos mostraron buenos resultados pero siempre combinados con otras terapias, aunque otros artículos concluyen de que no se puede afirmar que el estiramiento sea más eficaz que otras alternativas de tratamiento.
En cuanto al tratamiento ortopodológico,. Las ortesis reducen los síntomas, en teoría, al reducir y absorber el choque que normalmente absorbe la fascia plantar. Otra teoría, es tratar de corregir las desviaciones posturales o las deficiencias musculares que pueden predisponer a una fascitis plantar con la ortesis plantar. Una revisión realizada en 2013, demostraron que las ortesis eran una opción de tratamiento viable para la fascitis plantar y que reducían significativamente el dolor.
La terapia de ondas de choque apareció recientemente como una nueva tecnología aplicada como un medio de tratamiento conservador para la fascitis plantar. Este método consiste en la aplicación de poderosas ondas de choque con el objetivo de promover la curación del tejido inflamado de la fascia plantar. Algunos estudios han demostrado resultados de éxito clínico muy variable, con tasas de satisfacción que oscilan entre el 56% y el 94%. La recomendación actual para indicar el tratamiento con ondas de choque es la presencia de dolor crónico (de una duración superior a seis meses).